Vientos de Agua: Avanti antes y avanti siempre

  Siempre le había tenido ganas. No solo a la serie, sino a  todo lo que ha hecho el director (Juan José Campanella) así que me dije: "¿Por qué no empezar por mi género favorito: las series de TV?" y me puse a ver esta miniserie de 13 episodios de 70 minutos de duración cada uno. La conclusión: no me arrepiento en lo más mínimo.

  Aparte de lo anterior, como gallego que soy la temática no me podía llamar más. Incluso desde una perspectiva familiar estoy relacionado con todo este tema, ya que mis abuelos en 1930 fueron desde Forcarei (una pequeña aldea de Pontevedra) a São Paulo, y una vez hicieron dinero, volvieron sobre el año 1976 con mi padre ya adolescente a Pontevedra. Vamos, que yo soy un Tomás Olaya de la vida real.

  Y ahora pasemos a la serie en sí, que narra dos historias paralelas.

 - Por un lado, la de José Olaya (Ernesto Alterio), que después de la muerte de su hermano Andrés en las minas de Asturias en 1935, emigra a Argentina tomando su identidad. Una vez en el barco se hará amigo de Julius, un húngaro judío que escapa de los nazis y de la mejor niña (después mujerona) de la historia de la TV española, la italiana Gemma.

 - Por el otro, el hijo de "Andrés", Ernesto (Eduardo Amor), se ve atrapado en el corralito de Argentina del 2001 y decide dejar atrás a su mujer y a sus dos hijos, para sacar dinero en España. Allí compartirá piso con una colombiana llamada Mara y se hará amigo de varios personajes, entre los que destacan Javier (El gran Wyoming) y Ana (Marta Etura, de "Celda 211"), una aspirante a actriz que desde el primer momento le ofrece su ayuda. Una vez allí la relación con su familia se complicará, mientras que la relación con su padre "Andrés" (Héctor Alterio) empezará a mejorar.

Como no quiero empezar a spoilear hasta que llegue al apartado de mejores escenas, solo quiero decir que TODO EL MUNDO debería ver esta serie, sobre todo los que dicen que la ficción española no merece la pena. Unas interpretaciones impresionantes, unos personajes adorables y carismáticos y una trama quizás lenta pero que aun así engancha como si fuese una americana son las principales bazas de esta miniserie. Una imprescidible.

SPOILERS a partir de aquí

Top5 de escenas

 5. Vidal muere: En uno de los mejores momentos que combinan el pasado y el presente, vemos como el hijo del anarquista Vidal, que cinco minutos antes había dado su relato sobre lo que había pasado en la muerte de su padre (al que siempre había odiado por ser un cobrde), lee una carta de Andrés en la que explica la situación mientras se ve que su padre murió para salvar a Andrés y a su mujer. Nunca me había importado Vidal, incluso me ponía de los nervios, pero la escena está perfectamente hecha.

4. Andrés está a punto de suicidarse acompañado de sus mujeres, pero escucha el llanto de su nieto y decide seguir adelante. Ya casi en el final de la serie, después de que Andrés viese todo lo que dejó atrás, llega un punto en el que se ve alejado de todo el mundo, y este es el clímax de esa trama. Ver como nadie llega a interrumpirlo y poco a poco se va acercando a su final, hasta que en el último momento su segunda mujer abre la ventana del niño para que este llore y Andrés se dé cuenta de lo importante que es su vida, es de lo más tenso y a la vez percioso que he visto.

3. La hija de Andrés quiere marcharse con Laia a Europa ya que Andrés la maltrata, pero este se niega a dejarla marchar. En el capítulo 11 (sin duda el mejor de toda la serie), Laia acude a una cena con los Olaya y Julius-Gemma, donde suelta que se quiere marchar a Europa y que se llevará a esa niña consigo. Andrés, que aún no ha superado la muerte de su primera esposa, va corriendo junto a la niña y le pega un tortazo frente a la mirada de todos, lo que provoca una discusión que acaba cuando la hermana de Andrés le da un tortazo a ambos y estos se van del salón. Debo destacar también la escena posterior en la que Jose va a despertar a su hija y le pregunta si de verdad quiere irse, dejándola marchar para siempre.

2. En el episodio 12, vemos a Julius en el médico, donde recibe las noticias de que está muy enfermo. Aparte de esta escena PERFECTA en la que ninguno de los dos (paciente y doctor) son capaces de negarle la felicidad a una preciosidad como es Gemma, luego encontramos la que realmente merece el nº 2. Gemma, después de averiguarlo por su cuenta, decide tener una conversación a solas con Andrés en la que le explica que no volverán a verse. Voy a colgar la transcripción porque es enorme en su totalidad.

Gemma: Él no sabe que yo sé. No quiere que lo sepa nadie. Yo lo entiendo. Nos vamos de viaje, así no hay...no hay llanto, no hay abrazo, no hay mano en el hombro con lástima. Va bene? Va bene? Vamos a seguir como siempre. Y si a él le pone contento que yo esté contenta, tutti contenti. (Andrés llora) Eh, ché. Tutti contenti, ¿eh? (ella a punto de llorar) Tutti contenti

 1. En el grandioso episodio 11, Julius y Andrés están en una terraza bebiendo vino (con Andrés afectado por la marcha de sus hijos y porque desde que murió su mujer le cuesta quererlos). Entonces, entra Gemma y pasa lo siguiente.

Gemma: ¿Se van a poner a llorar?

Andrés: ¿Qué pasa? ¿Que...que tú no lloras nunca?

Gemma: No, ¿cuándo me viste llorar? ¿cuándo me abandonó mi familia en el barco me viste llorar? ¿Lloré en el conventillo cuando no teniamos comida? Cuando se murió tu familia no lloré, ni con la tuya ni con la mía. Si cada vez que estuve triste hubiera llorado, estaría más seca que este maní. Yo no lloro nunca. Yo sigo avanti. Avanti antes y avanti siempre. No estoy sola. Estoy con el hombre que amo y con el que quiero vivir toda mi vida. (le pega en el brazo a Andrés) ¡A ver si despertás, cretino! ¡Que ya no te soporto más! Anda, bebé, uh...se acabó el vino. Voy a por más.

Sin palabras. Solo por estas escenas merecería verla.