lunes, 28 de marzo de 2011

El adiós de las Henrickson

 (spoilers de toda la serie)

  Ya ha pasado una semana desde que Big Love abandonó los monitores de todo el mundo y yo, que me había pasado dos semanas dando la murga con que iba a acabar, ni siquiera le había dedicado una entrada como se merece, así que pongámosle remedio.

 Después de lo horrenda que había sido la cuarta temporada (de la cual creo que solo salvaría el romance de Alby con el abogado) todos temíamos lo peor para esta última temporada, pero nada más lejos de la realidad. Aunque no llegaron al nivel de las tres primeras al quedar algunos restos de la pasada tanda de episodios, como por ejemplo la carrera política de Bill y la aparición de Cara Lynn, a pesar de que estos han sido tratados de una forma mucho más interesante, ya sea metiendo a actores que harán un trabajo espléndido siempre (Gregory Itzin) o haciendo paralelismos entre la relación entre el profesor y Cara Lynn con la que tuvieron en su momento Bill y Margene.

 Pero aún así no nos libramos de algunos patinazos de vez en cuando, como la edad de Margene (¿con la cantidad de papeleo que hacen en esa familia mantuvo oculto eso todos estos años? ¡anda ya!) o el embarazo de Adaleen, así como las inexplicables ausencias de Joey y Wanda.

Esta vez, sin Sarah por en medio, se han centrado muy poco en los hijos, dándole solo un triángulo amoroso a Ben entre Wanda y mi adorada Heather (Mac en Veronica Mars). Impagable el momento en el que le obligan a elegir y él dice completamente en serio que se queda con las dos.

Así que sin niños, la cosa se dividió en 3 partes:


 1) La pérdida de fe de Barb y su posterior lucha por el poder con Bill: Adoré en su momento su trama con los mormones y adoro esta trama. Barb siempre se nos ha mostrado como una mujer muy independiente y nada mejor para acabar la serie que cuestionando una religión que pone a las mujeres varios escalones debajo de los hombres y disputando con Bill el ser cabeza de familia, ignorando las enseñanzas de su religión. Grande la última escena de esta trama con Barb negándose a bautizarse si no tiene el apoyo de su familia. Y una buena resolución el tener a Barb dándole su bendicion a Bill antes de morir. Escena preciosa donde las haya.

2) Nicki y sus celos de Barb, así como las dificultades para cuidar a Cara Lynn. Chloë Sevigny hace sin duda la mejor interpretación de toda la serie. Escenas como en la que van a casa del profesor y Nicki pasa de ser la que tiene todo el poder a darse cuenta de que su hija es más inteligente que ella y que no va a ganar la discusión, o (aunque esta es más de las tres) la escena en el coche en la que Nicki empieza a discutir pero acaba sonriendo muy levemente son impagables. Buscad cualquier entrevista de Chloë y fliparéis de la manera de hablar que tiene, nada que ver con la de Nicki.

 3) Margene y su negocio y el escándalo de su edad. Yo siempre he adorado a Margene, pero sus tramas siempre me parecen de lo más aburrido. Lo del negocio, si bien era necesario para el final de temporada, es bastante poco memorable (vamos, que ni me acuerdo), y lo de su edad ya lo dije antes, con todo el papeleo que hacen y con Nicki haciéndose pasar por ella la temporada pasada me parece bastante poco creíble. Lo mejor que le ha pasado, su final: una persona que pasó de su infancia a una familia bastante difícil de manejar se marcha de vez en cuando para conocer mundo. Perfecto.

¿Y qué decir del capítulo final? Quizás previsible (que Bill moría yo lo veía claro desde la 3ª temporada), pero precioso igualmente, con escenas preciosas que ya fui mencionando a lo largo de la entrada. El epílogo podía haber sido un poco más largo, pero cumplió su cometido de mostrarnos lo único que hizo bien Bill en su vida: crear una familia que durará para siempre, tanto dentro de la serie como en nuestros recuerdos.

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