Aprendiendo a vivir (The Big C)

 Sí. Ya sé que hoy hice una entrada sobre las series que había visto y esta aparecía como "entre las próximas", pero me la he zampado hoy cual película de 380 minutos uno detrás del otro (sí, estoy de vacaciones, y no, no me falta vida social pero mis amigos aún no lo están).

 The Big C, por si alguien no lo sabe, cuenta la vida de Cathy, una mujer casada (con Paul) y con un hijo (Adam) a la que se le diagnostica un melanoma en cuarto grado (que no sé técnicamente que es, pero se supone que morirá pronto como cierto profesor de química con 4 temporadas a sus espaldas), y que a partir de entonces dejará de reprimirse por completo y hará lo que le dé la gana.

 Tengo que decir que la serie, aunque en un principio yo pensaba que sería algo parecido al dramón Angels In America, no podía estar más equivocado, ya que cada capítulo, aunque quizás cuente con un par de escenas serias y posiblemente deprimentes si se es más sensible de lo normal, está lleno de un optimismo que llena la pantalla. Por mucho que sepamos que el final de Cathy está cerca, cada escena que realice con la vecina de enfrente (Marlene) te sacará más de un par de carcajadas, y las relaciones con su doctor, con su hermano y con su alumna favorita (la protagonista de Precious, que aquí se llama Andrea) están llenas de una sinceridad y de una cercanía tal que no puedes evitar sonreír a pesar de ese desenlace fatal inminente.

 ¿Cosas que reprocharle a la serie? Muy pocas: la cabecera a mí personalmente no me gusta nada, y su relación con el pintor (un Idris Elba irreconocible un día después de ver Luther) no me pareció que se manejase del todo bien. También al verla toda seguida noté que el tono de la serie cambia muy deprisa, desde el optimismo que desborda la serie en los primeros episodios hasta unas tramas más serias que la adentran en un terreno en el que no se le ve tan cómoda. Pero aún así me alegra que no hayan empleado excesivas escenas lacrimógenas. Sin duda tienen el material para hacerlo, pero no han ido por ese camino más que dos o tres veces en toda la temporada (lo que considero un número perfecto).

Dejo esto aquí, con la esperanza de que en la segunda temporada no vayan por un camino más serio y sigan con ese "Voy a morir. Pues ahora viviré" que me enamoró al principio de la serie. Y que traigan actores invitados igual de buenos que Cinthia Nixon, Liam Neeson o Idris Elba.